El reto del sector eléctrico no es solo generar, transformar, transportar y comercializar energía, ahora es trascendental para la transición a modelos energéticos más sostenibles, las posibilidades de contar con sistemas de almacenamiento de este recurso que hagan más eficiente su uso.
Producir energía renovable es un proceso que está sujeto a muchas variables, no siempre es posible mantener el control sobre esto, factores como los ambientales pueden afectar la generación, por esto, almacenar energía es un factor de éxito para garantizar la estabilidad del sistema y la eficiencia energética del país.
El asunto clave en este punto es cómo mantener una disponibilidad y un flujo constante de energía, además, garantizar que no haya desperdicio de este recurso. En este sentido, Marcel Dietl Guevara, coordinador de Innovación y desarrollo de REVI, explica: “Como no se puede controlar cómo ni cuándo se va a producir la energía que se necesita, ni tampoco sabemos con certeza de cuánta energía debemos disponer, lo mejor será contar con tecnologías de almacenamiento energético a gran escala que garanticen el suministro en función de la demanda”.
“La idea principal del almacenamiento a gran escala es ayudar a la integración de fuentes de energías renovables a la matriz energética.”
Este tipo de lógicas ubican a las energías producidas de fuentes renovables en escenarios muy atractivos porque las hacen más competitivas. Por ejemplo, de una producción de energía solar que se puede dar a gran escala en horas del día, se lograría alimentar el consumo de energía en horas de la noche, cuando ya el recurso que la genera no está disponible, pero sí lo está la energía que ha sido almacenada de manera intencional e innovadora para satisfacer esa demanda.
Así, este tipo de estrategias se convierten además en soluciones económicas interesantes por lo que no se pone a depender el consumo de energía solo de la oferta del mercado.
Otra de las ventajas del almacenamiento de energía a gran escala se da en la infraestructura eléctrica, indica Marcel. En este caso, luego de hacer análisis rigurosos de la red se podrían instalar contenedores lo que evitaría en algunos casos la ampliación de líneas de transmisión que son muy costosas y además bastante complejas. Esta solución, aclara el experto, es frecuente cuando los centros de generación y de consumo está muy lejos como ocurre en países como Italia y Alemania.
En REVI trabajamos muy cerca con fabricantes de diferentes tecnologías para llevarle a nuestros clientes las mejores opciones de almacenamiento de energía.
“En el sur de Italia, en la costa, se produce mucha energía porque hay más sol, pero es en el norte donde están las grandes industrias y se consume más. Igual ocurre en Alemania. En esos países las empresas ya han instalado tecnologías para el almacenamiento energético y evitar congestiones en la red. El caso de Colombia podría ser parecido. Los centros de consumo son Medellín, Bogotá, Cali y ciudades principales, pero la energía más barata se produce en la Guajira donde el consumo es bajo”, concluye.
Soluciones facilitadoras
Algunas tecnologías usadas para el almacenamiento a gran escala de energía son los contenedores que se instalan en ciertos lugares, cuya implementación es fácil y ágil, y no generan mucha huella de carbono.
También están las micro redes tipo un parque solar que funciona muy bien para abastecer de energía, por ejemplo, pequeñas poblaciones apartadas que podrían tener el recurso de manera permanente y de una fuente verde.
El almacenamiento de energía a gran escala contribuye a mejorar temas como los de la fluctuación del suministro y garantiza la disponibilidad permanente de este recurso.
Otras aplicaciones podrían ser baterías que mejoran el perfil de consumo para comercio o industria, una solución relevante cuando se es un consumidor muy grande y se requiere de mucha energía, razón que lleva al operador de red a castigar estos altos consumos con elevados costos facturados.
Cuestión de método
Son muchas las maneras para almacenar este recurso. Estos métodos pueden ser mecánicos, electroquímicos, químicos, térmicos, con imanes o con súper condensadores, lo clave es lograrlo sin muchas pérdidas y generando los mejores resultados para la sociedad, el mercado y el medio ambiente.
Todos ganamos
El almacenamiento trae beneficios para:
- El medio ambiente.
- La red eléctrica.
- Los operadores de red.
- El comercio y las industrias.
- El sector del turismo.