Una nueva imagen para una nueva era de la energía
Hace un mes renovamos nuestra imagen y estamos muy satisfechos con esta evolución que le hemos dado. Además de que es moderna y responde a las tendencias actuales en desarrollo de marca, refleja nuestro legado: dejarles un planeta viable y habitable a las presentes y futuras generaciones.
En este nuevo logotipo expresamos nuestra misión: entregar soluciones para el desarrollo de proyectos de energía responsables con el medio ambiente y los seres humanos. Un balance entre la electricidad que necesitamos para que el mundo siga funcionando y el uso de recursos naturales renovables para hacerlo posible.
En este punto, las empresas capaces de transitar hacia energías limpias que contribuyan a descarbonizar la economía y desacelerar el cambio climático, liderarán en el futuro la matriz energética de los países y serán los referentes en toda la cadena de valor del sector eléctrico.
Energía verde: la energía que necesitas para cambiar el mundo
Hace 10 años nacimos como una empresa comercializadora de soluciones para el sector eléctrico en Colombia. Poco a poco nos fuimos convirtiendo en aliados de organizaciones que, actualmente, son líderes en la generación, la transformación y la distribución de energía en el país.
Durante esta década hemos acompañado a nuestros clientes desde la estructuración hasta la implementación de sus proyectos, con la participación de nuestro equipo de profesionales, experto en estos temas, con la pasión y el conocimiento suficientes para sacar adelante estas obras que entregan progreso y posibilidades a cualquier región, cercana o lejana del sistema interconectado nacional.
Ahora estamos iniciando una etapa que supone para Revi nuevos desafíos. El reto más grande que tenemos delante es la transición energética. Por eso, hemos hecho una apuesta para cambiar el mundo a partir de energía verde, que cuide los recursos naturales, que devuelva vida a los ecosistemas y que nos interpele como sociedad sobre la empatía con el entorno, su cuidado y su restauración.
Sabemos que el calentamiento global solo podrá detenerse, o por lo menos, regularse, si como sociedad nos comprometemos con prácticas ambientalmente sostenibles y, definitivamente las empresas del sector eléctrico somos clave en este proceso.
Cómo hacer la transición a energías renovables
Hay cuatro indicadores del cambio climático: la concentración de gases de efecto invernadero (GEI), el aumento del nivel del mar, la acidificación y el calor en el océano. Sin excepción, todos alcanzaron nuevos récords en 2021 como consecuencia de la actividad humana. Nuestra dependencia de las energías provenientes de combustibles fósiles es la causa principal del cambio climático.
“Las tecnologías en energías renovables como la eólica o la solar ya están disponibles en la actualidad y, en la mayoría de los casos, son más asequibles que las producidas a partir del carbón y otros combustibles fósiles. Ahora, necesitamos ponerlas en marcha de manera urgente, con rapidez y a gran escala”, António Guterres, Secretario General de la ONU.
Para transformar nuestros sistemas energéticos y acelerar el cambio a las energías renovables hay 5 acciones que debemos adelantar de manera prioritaria, de acuerdo con el Secretarío General de la ONU.
Hacer de las energías renovables un bien global al alcance de todos.
Eliminar cada obstáculo al intercambio de conocimientos y la transferencia tecnológica, incluyendo las barreras impuestas a los derechos de propiedad intelectual.
Tecnologías esenciales como los sistemas de almacenamiento en baterías permiten que la energía de fuentes renovables (solar o eólica) pueda almacenarse y utilizarse cuando las personas, las comunidades o los negocios la necesiten, mientras aumentan la flexibilidad del sistema energético gracias a su capacidad de absorber con rapidez, retener y reinyectar la electricidad, según la Agencia Internacional de Energías Renovables.
Mejorar el acceso global a sus componentes y materias primas.
Contar con acceso más amplio a todos los componentes y materiales importantes, desde los minerales para producir turbinas eólicas y redes eléctricas hasta vehículos eléctricos; coordinación internacional para expandir y diversificar la capacidad productiva globalmente; mayores inversiones para garantizar una transición justa; formación en competencias de investigación y desarrollo, e incentivos destinados a crear cadenas de suministro mediante prácticas sostenibles que protejan los ecosistemas y las culturas.
Nivelar las condiciones para implantar estas tecnologías en energías renovables.
Hay que reformar los marcos políticos para optimizar y acelerar el desarrollo de proyectos renovables, y catalizar las inversiones del sector privado. Todo esto para reducir los riesgos del mercado y activar e incentivar las inversiones; incluyendo una simplificación y planificación, que permitan procesos normativos y, a su vez, impidan la aparición de nuevos obstáculos y trámites burocráticos. Aquí podría incluirse la asignación de un espacio para habilitar infraestructuras a gran escala, en especial en Zonas de energías renovables.
Cambiar los subsidios destinados a los combustibles fósiles a las energías renovables.
Los subsidios para los combustibles fósiles es una de las mayores barreras financieras que obstaculizan este cambio global a las energías renovables. El Fondo Monetario Internacional (FMI) comunicó que, solo en 2020, alrededor de USD 5,9 trillones se invirtieron en subvenciones para el sector de los combustibles fósiles, donde se incluyen esos subsidios explícitos, las exenciones fiscales y otros perjuicios medioambientales y para la salud que no tienen dentro del coste que suponen los carburantes fósiles.
El cambio de estos subsidios a las energías renovables no solo recorta las emisiones, también contribuye al desarrollo de una economía sostenible, la creación de puestos de trabajo, una mejor salud para la población y una mayor igualdad, en particular para las comunidades más desfavorecidas y vulnerables.
“Las renovables suponen el único camino hacia la verdadera seguridad energética, unos precios estables para la energía y oportunidades de empleo sostenibles”, António Guterres, Secretario General de la ONU.
Una triple inversión en renovables
Se necesita una inversión de USD 4 trillones de USD anuales en energías renovables hasta 2030 para alcanzar el cero neto en emisiones en 2050. Sin ni siquiera parecerse al total de inversiones anuales en combustibles fósiles, esta inversión se vería compensada. La reducción de la contaminación y el impacto negativo del cambio climático podría llegar a ahorrar al mundo hasta USD 4,2 trillones cada año hasta el 2030.
Así que, nos queda de tarea avanzar en estos asuntos como sector eléctrico colombiano. Pongamos sobre la mesa estas acciones y evaluemos de qué manera llevarlas a cabo. La invitación a cada empresa es que desde su rol dentro del sistema, sus capacidades, su relacionamiento en escenarios de decisión, su influencia en el mercado y su músculo financiero, ponga en marcha aquellas que considere pertinentes, logrables y de alto impacto en el menor tiempo. Aquí lo importante es avanzar juntos, cooperar, identificar caminos que podamos transitar como industria para llegar a 2023 con una matriz energética diversificada y, más relevante aún, con una alta participación de energías renovables no convencionales.
CARLOS AUGUSTO VIEIRA AGUIRRE
CEO Revi